81. EL PUEBLO Y LA FAMILIA

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Además de algunas de las fotos de niños que puse en el anterior post, César me envió también una de las fotos que más me gustó de aquella exposición del año 1993 a la que me refería al comienzo de este blog (PRESENTACIÓN): la de una familia “extensa” del pueblo, (la suya, claro), posando en el campo junto a un viejo carro en el descanso de alguna tarea agrícola.

(Por cortesía de Verónica Ontañón en carta de 17 de mayo del 2011, pongo sus nombres. De arriba abajo y de izquierda a derecha: la Maruche (Remedios Martínez Aguilar), El Litri (Tomás Fernández), Benito Fernández Fernandez con Remedios y Margarita, la Ascensión y su marido Domiciano. Debajo: Carmelo, la Felipa e Isidro. Pedro Fernández (hermano de Benito) y Mínguez, el guarda. ¡Ah! y el perro, que se llamaba Cartucho).

Frente al concepto de familia “nuclear” de padres e hijos, acuñado en la vida urbana y relacionado directamente con el aislamiento en  pequeños pisos, los sociólogos y antropólogos comenzaron a denominar “familia extensa” al grupo humano compuesto no sólo por padres e hijos sino también por tíos, cuñados, abuelos, primos, sobrinos, etc. que, debido a la intensidad, rapidez o economía de algunas tareas agrícolas, se tenía que juntar varias veces al año para la siembra, recolección o reparto de la matanza.

Una de las cosas más sorprendentes y divertidas de la vida del pueblo ha sido siempre descubrir los lazos de parentesco entre gentes que no te lo esperabas. Como me decía un amigo, en un pueblo nunca puedes hablar mal de nadie porque todos acaban por ser parientes de todos. Y aunque no todos los parentescos producen unión, porque donde está la convivencia está el roce, y en el marco estrecho de los pueblos esas fricciones a veces se vuelven insoportables, cuando uno toca algo tan sagrado como la familia debe andarse con pies de plomo.


Aparte de las labores agrícolas, los acontecimientos señalados de la vida (nacimientos, bodas y entierros) o los propios del calendario de fiestas del año vuelven a unir a las familias en los pueblos más aún que en las ciudades. Y como hoy es Nochebuena, es decir, uno de los días más señalados del año como fiesta de reagrupación familiar, y nosotros lo hemos celebrado casi siempre en el pueblo, despido el año en este blog y felicito a todos sus lectores y visitantes con la foto de un pasacalles de villancicos que hicimos hace ya unos años por las calles de Anguciana cuando tocaba yo la dulzaina con mi familia.


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(24dic10)